viernes, 17 de febrero de 2012


MARIQUITA SANCHEZ DE THOMPSON

A los 18 años rompió el molde de la patria potestad. No le importó ser el molde de un Buenos Aires pacato. 
Con la fuerza de su personalidad logró vivir fiel
a los dictados de su corazón.


LAS LEYES Y LAS MUJERES: Retrocesos y avances

En el período revolucionario, hubo contradicciones en cuanto no se expresaba de manera clara en las prácticas legales, sobre todo en lo referido al matrimonio y la familia. Se había sancionado de manera precisa la necesidad de contar con la autorización paterna para que los menores de 25 años contrajeran matrimonio.
En el caso de Mariquita Sánchez, la oposición para su casamiento provino tanto del padre como de la madre, y se continuó luego con su padrastro. Ella había nacido en el año 1786, para 1801 se habría enamorado de su primo segundo Martín Thompson. Pero don Cecilio Sánchez y doña Magdalena Trillo se negaron a dar su consentimiento, ya que tenían en vistas para ella un comerciante rico, emparentado por el lado materno.
Las hostilidades comenzaron cuando Thompson, fue trasladado de Buenos Aires, a Montevideo y después a Cádiz, aparentemente por las influencias del padre de Mariquita, al tiempo que se le se le intentó imponer los esponsales con el candidato familiar
Ella se negó e hizo una declaración ante autoridades competentes, de su voluntad de casarse con Thompson. La respuesta del padre fue de encerrarla en un convento por un tiempo.
Ya muerto su padre y vuelta a casar su madre, comenzó el juicio de disenso( ... los juicios de disenso daban lugar a la búsqueda por parte de los novios, para que la autoridad diese el permiso negado los padres, o rechazase la imposición de un matrimonio no deseado..). Este juicio fue iniciado por Thompson de regreso a Buenos Aires. El trámite llevó casi un año, y fue el virrey Sobremonte el que dio el permiso para la boda, el 20 de julio de 1804.
Perteneció a uno de los sectores más pudientes, tuvo acceso a la educación y las lecturas. Sus cartas, sus escritos, recuerdos muestran una personalidad excepcional.  Sin embargo, no hay que olvidarse que en muchos aspectos no dejaba de ser una fiel exponente de su clase social. Por ejemplo, algo que la pone en evidencia es que conservó el criterio de diferenciar a los sectores de elite de los populares. Al estar al frente de la Sociedad de Beneficencia, mantuvo escuelas separadas para niñas "blancas2 de niñas "pardas". En cambio, tenía puntos de vistas avanzados a su tiempo en lo que se refería al matrimonio y el papel de la mujer en la familia.
De su matrimonio con Thompson nacieron cinco hijos. A comienzos de 1816, el fue enviado a una misión  estados Unidos, para intentar el reconocimiento de la independencia que estaba por declarase. Falleciendo de regreso a Buenos Aires. Un año después(siendo una viuda relativamente joven), se vuelve a casar con Washigton de Mendeville, con quien tuvo tres hijos. Un matrimonio que concluyó en 1836, cuando el fue enviado como cónsul a Quito.
Desde 1808, se hicieron famosas las tertulias de su casa en la calle Unquera, y más conocida por todos como "del Empedrado o del Correo". Según el relato de ella pasaban todos los personajes de la época y se discutía el futuro de la patria.




Aunque ella en ninguno de sus escritos mencionó que haya sido en su casa que se interpretó por primera vez el Himno Nacional, la tradición lo quiere así. En la instalación de este episodio mucho tiene que ver el cuadro de Pedro Subercaseaux pintado en 1910, basado en las Tradiciones Argentinas de don Pastor Obligado, y que hoy puede verse en el Museo Histórico Nacional.
Lo del estreno del Himno, puede ser leyenda, pero lo que si se sabe es con seguridad es que en esas reuniones hombres como Juan Martín de Pueyrredón, Nicolás Rodriguez Peña, Carlos María de Alvear, entre muchos otros, tejieron y destejieron alianzas políticas, en la formación de asociaciones publicas como la Sociedad Patriótica o secretas como la Logia.

De ella se puede decir que fue una mujer que rompió el molde la mujer convencional, según el cual una mujer no podía ni debía tener opinión propia.
La propia Mariquita decía de sí misma:

 " YO SOY EN POLÍTICA COMO EN RELIGIÓN MUY TOLERANTE. LO QUE EXIJO ES BUENA FE".


1 comentario:

  1. Las mujeres representan hoy " la mitad más uno" de la sociedad argentina, pero han cargado y cargan con una buena parte del peso de la historia del país. Como protagonistas en todos los aspectos construyeron su identidad a través del trabajo, la cultura, los debates, las luchas políticas y sociales, la vida familiar, barrial y colectiva. Un papel, que, por lo general, suele negarse o limitarse a la mención de unas pocas figuras a la hora de escribir la historia...

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